Cómplices de Arturo Murillo en el caso gases se declaran culpables en EE.UU.
Los cuatro socios del exministro de Gobierno Arturo Murillo se declararon en Estados Unidos culpables de los delitos por los que son acusados en el marco de la denuncia de lavado de dinero y pago de sobornos con el sobreprecio en la compra de materiales antimotines en el gobierno de Jeanine Áñez.
El procurador del Estado, Wilfredo Chávez, informó que la declaración de culpabilidad allanó el camino a la Justicia y ahora solo resta esperar la audiencia de fijación de sentencia, mientras que el próximo 8 de octubre se conocerá la situación del exministro Murillo y si negoció con la Fiscalía.
Luis Berkman se declaró culpable de conspiración para cometer lavado de dinero y soborno de funcionarios extranjeros, se expone a una condena de 3 a 10 años de cárcel. Su hijo, Bryan Berkman, se declaró culpable del delito de conspiración para defraudar, con una condena de 1 a 5 años de cárcel. Ambos eran dueños de la firma utilizada para intermediar la compra del material antimotín con sobreprecio.
Sergio Rodrigo Méndez se declaró culpable de conspiración para cometer lavado de dinero, blanqueo de activos y pago de sobornos a funcionarios extranjeros, con una condena de 3 años a 10 años de cárcel. Philip Lichtenfeld se declaró culpable de conspiración para defraudación con una condena de 1 año y 5 años de cárcel.
“Los cuatro procesados estuvieron de acuerdo en declararse culpables y renunciar al juicio por jurados”, explicó en una conferencia de prensa.
Los cuatro, junto a Murillo, participaron del negociado denunciado en Bolivia, pero sin avances en la investigación iniciada en el gobierno de Áñez. El caso fue reactivado luego que los cinco fueran detenidos en Estados Unidos, como resultado de una investigación que estableció que al menos $us 2,3 millones en sobreprecios se manejaron en cuentas de bancos estadounidenses.
El negociado logró que la empresa de Berkman, Bravo Tactical Solutions (BTS), con sede en Florida, se adjudicara de forma directa la compra de gas lacrimógeno y otros equipos no letales por cerca de $us 5,6 millones. Las investigaciones determinaron que el sobreprecio fue de $us 2,3 millones.
Chávez explicó que Murillo quizá tome la misma decisión, tomando en cuenta que cuatro de los cinco acusados se declararon culpables.