La ausencia de los padres en la crianza y cuidado de los hijos es una de las formas de violencia más grandes, contra las wawas y las mujeres, porque afecta directamente su calidad de vida.

Los hombres suelen acudir constantemente a sus parejas mujeres ante cualquier duda o dificultad en las tareas domésticas o cuidado de las/os hijos/as. La planificación, organización y ejecución de una tarea hasta su conclusión, queda a cargo de las mujeres. Esto implica seguir viéndolas como las principales responsables, quedando los hombres como simples ayudadores.

Las mujeres cargan con el cuidado de la familia y el trabajo doméstico como una obligación propia de su género, mientras que los hombres conquistan el espacio público, a esto se le llama división sexual del trabajo, así los hombres tienen el privilegio de la comodidad e indiferencia.