LA DENUNCIA DE VIOLENCIA ESTRUCTURAL DE FELIPE QUISPE Y EL LARGO CAMINO POR CAMBIAR LA REALIDAD DE LA NIÑAS Y MUJERES MIGRANTES
Han pasado más de 28 años desde aquel momento en el que Felipe Quispe denunció la situación de las hijas, niñas y mujeres campesinas e indígenas, un destino de sobrevivencia, de discriminación, explotación y dolor. Hoy ellas continúan migrando a la ciudad, en un contexto que poco ha cambiado, en el que acceden a trabajos del hogar precarios, sin derechos, pero con la fuerza para continuar la lucha y denuncia de esta sociedad desigual.
Actualmente en Bolivia existen 117 mil mujeres migrantes desarrollando trabajos del hogar, sin jubilación, sin seguro de salud, con muy pocos derechos laborales y con leyes que prometen mucho pero que se encuentran archivadas.
Conversamos con Gretel Lambertín, coordinadora de Incidencia Política del Centro Juana Azurduy quien analiza las condiciones de las mujeres migrantes.